El pasado 26 de marzo, Angelina Delgado y yo nos reunimos con Daniela Martagón en la librería Rayuela Infancia de Sevilla. Juntas, y acompañadas por pequeños y mayores, presentamos Un buen día, un libro híbrido, mitad álbum ilustrado, mitad cómic, bellamente ilustrado por Daniela Martagón y editado con el gusto y el detalle que caracteriza a la editorial A buen paso, dirigida por Arianna Squiloni.
La publicación de Un buen día significa mucho para mí. Es mi primera incursión en la literatura infantil y también la primera obra que firmo con Angelina Delgado Librero. Ojalá que no sea la última. Juntas hemos escrito un par de novelas y un guion para cómic que nos gustaría ver publicados tarde o temprano. Como autoras nos hemos planteado un reto que ya asoma en Un buen día: el de colocar a los niños y niñas en el centro de los relatos destinados a ellos.
Con demasiada frecuencia, la narrativa actual para los lectores más jóvenes, o es una herramienta terapéutica de los adultos para solucionarles algún “problema”, o un medio para transmitirles una idea o mensaje cargado de valores. En un caso u otro, los personajes infantiles que protagonizan estas narraciones son vehículos, un medio, cumplen una función bien definida. Las contradicciones y paradojas que caracterizan al ser humano son anuladas en estos personajes en pos del fin que se persigue con el relato en cuestión. Creemos, sin embargo, que la literatura es una oportunidad para que los niños y niñas, desde un lugar seguro, puedan explorar sus miedos.
Un buen día es, por tanto, la historia de Valentina, una niña que, al perderse de su madre, vive una pequeña aventura que la llevará a explorar nuevos territorios y probar sus propias fuerzas. A menudo se nos olvida que, al igual que nosotros, para crecer y desarrollarse, los niños y niñas necesitan espacios de libertad.